¡No, al manido sonsonete!

viernes, 14 de marzo de 2014

Excitado por esta afirmación el Papa abre las esclusas de su memoria. Los gobiernos tiemblan. Se intercambian mensajes sagaces. Los sismólogos arrepentidos oran para que se inicie la era de las catástrofes.Aldo Pellegrini.

                               Francis Bacon. Figuras en movimiento, 1976                

Por Armando Almánzar-Botello 



¡No y no al manido sonsonete! No y no al trivial categorema frígido del texto aleteando metafísica en lo alto, sin testículos 
ni vulva. 

¡No a la desplumada cotorra existencial, tan ontológica!

Mas no también a ese lirismo melodioso con su rancia dulzura 

de trapiche complaciente.

¡No y no al manido sonsonete! ¡No! 

¡No y no a la escolástica del verso y el bagazo! 
¡No al compromiso de bocina petulante y no al bien trinar! 

¡Perdón os pido, inicuos! Mas digo ahora ¡no! 
a la madre-simulacro, al terruño glorioso infanticida.

¡No y no a la obesa poesía de salón para señoras y menudos perritos con bufandas! ¡Tan tan torpes, lujuriosas y opulentas unas; tan tan fálico-menudos los otros con sus versos! 

Poli-negociada picardía sus alianzas en clave mercantil 

y fiduciaria. ¡No! 

Y lo único bueno que nos llega de su pacto bien podría ser 
la zoofilia: elevado el animal a la estatura de consorte…

Así, maravillosa historia —¡oh, Vladimir Propp!—, poco a poco 

en la poética irrumpe sin pudor el cuerno místico: dictadura 
de la carne con respaldo popular... ¡Turpicula res!

El poema impuro en prosa: 

asunto de auténtica libido talismánica y genuinos poetas floreciendo sin alarde… 

Lo sublime monstruoso del instante neo-roto: realismo 

a la medida de lo incierto y lo (im)posible.

Atrapar ahora en este mundo 

su reverso inabordable de otro mundo...

¡Que Dios bendiga vuestro reino amable!




Febrero del 2010
(Texto retocado).

© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

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