"MADAME BOVARY SOY YO". Gustave Flaubert.
Nota breve publicada en Facebook el 29 de diciembre de 2011.
He aprendido en las redes sociales algo muy hermoso y simultáneamente terrible: siento que esta forma de "virtualidad interactiva" puede contribuir poderosamente a tejer y deshacer de un modo acelerado, líquido, vertiginoso, quizá excesivamente fluido, nuestra subjetividad constituyente; puede dolernos, enfermarnos, (de)formarnos, curarnos, hacernos adictos a sus protocolos o impulsarnos a bordear el delirio... Y más aún —de forma muy peligrosa, promisoria y/o imprevista—, esa virtualidad puede transformar radical e irreversiblemente la totalidad de nuestra existencia, las relaciones que sostenemos con nuestro cuerpo, con el otro, con nuestro pensamiento; ella puede alterar y contaminar, más rápida y aleatoriamente que la "comunicación convencional", nuestro estatuto tradicional de sujetos en la trama del mundo...
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
Por Armando Almánzar-Botello.
Nota breve publicada en Facebook el 29 de diciembre de 2011.
He aprendido en las redes sociales algo muy hermoso y simultáneamente terrible: siento que esta forma de "virtualidad interactiva" puede contribuir poderosamente a tejer y deshacer de un modo acelerado, líquido, vertiginoso, quizá excesivamente fluido, nuestra subjetividad constituyente; puede dolernos, enfermarnos, (de)formarnos, curarnos, hacernos adictos a sus protocolos o impulsarnos a bordear el delirio... Y más aún —de forma muy peligrosa, promisoria y/o imprevista—, esa virtualidad puede transformar radical e irreversiblemente la totalidad de nuestra existencia, las relaciones que sostenemos con nuestro cuerpo, con el otro, con nuestro pensamiento; ella puede alterar y contaminar, más rápida y aleatoriamente que la "comunicación convencional", nuestro estatuto tradicional de sujetos en la trama del mundo...
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
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