(BREVÍSIMA NOTA)
¡No es cierto que todo pensamiento postestructuralista reduzca lo real a simple discurso, a mera imagen (convencional) o a semblante!
Por Armando Almánzar-Botello
2-. Generalizar el concepto de “IMAGEN”, tal como lo hace Gilles Deleuze (“Diferencia y Repetición”, “La imagen-movimiento I”, “La imagen-tiempo II”) y entender que participan del estatuto general de “imágenes” las llamadas “imágenes convencionales”, las COSAS mismas y el movimiento, no comporta una abolición de las diferencias tipológicas y estructurales existentes entre las heterogéneas manifestaciones de las “imágenes”, una de las cuales la constituye el “cerebro-sujeto” como “interioridad” o “pliegue” de cierta especie de imágenes... Las categorías deleuzianas de “imagen-movimiento” e “imagen-tiempo” no funcionan dentro de la plantilla platónica MODELO/COPIA, no son equiparables a la última categoría o polo de ese paradigma metafísico-trascendental, ni tampoco se reducen a la pura idealidad.
3.- Cuando para "superar", —por motivos internos a su propio campo psicoanalítico-filosófico—, la oposición metafísica tradicional "lengua-habla", Jacques Lacan acuña el neologismo "lalangue", y sitúa dicha manifestación del lenguaje en relación con el registro del "Inconsciente Real" del "parlêtre", como algo diferente al "Inconsciente Simbólico" freudiano, no está reduciendo el mundo a simple semblante o imagen. ¡Todo lo contrario! Frente a cualquier "nominalismo" reductor, defiende el carácter irreductible de un REAL INDOMEÑABLE.
Es necesario conocer con cierta mínima precisión aquello que pretendemos criticar...
Santo Domingo, República Dominicana
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